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Según la norma OHSAS 18001:2007, el calzado de seguridad debe cumplir con los siguientes requisitos:
a) Ser impermeable y transpirable para que el pie se mantenga seco y cómodo;
b) Tener una suela antiderrapante para evitar resbalones;
c) Proteger contra golpes, pinchazos y objetos cortantes;
d) Ser resistente a la abrasión, al calor y a los productos químicos.
En función de estos requisitos, el calzado ideal para el trabajo debería ser impermeable, transpirable, con una suela antiderrapante y resistente a la abrasión, al calor y a los productos químicos.
Cuando se trabaja en un lugar donde existen riesgos de caídas, es importante utilizar calzado de seguridad. Este tipo de calzado tiene características especiales que lo hacen más resistente a impactos y caídas.
Algunas de las características que debe tener el calzado de seguridad son:
– Suela antiderrapante: esta suela ayuda a evitar que el calzado se deslice en superficies mojadas o resbaladizas.
– Cierre seguro: el cierre debe ser seguro para que el calzado no se abra accidentalmente y exponga al usuario a riesgos de accidente.
– Resistente a impactos: el calzado debe ser resistente a impactos para que no se dañe con facilidad si se cae.
– Fabricado con materiales resistentes: el calzado debe estar fabricado con materiales resistentes a la abrasión, al calor y a la humedad.
Los tipos de calzado de seguridad pueden variar según el tipo de actividad que se realice, el riesgo al que esté expuesto el trabajador y el grado de protección que se requiera. Sin embargo, en general se pueden distinguir tres tipos de calzado de seguridad:
-Calzado de seguridad de protección contra caídas: este tipo de calzado está diseñado para proteger al trabajador de caídas de altura. Tiene una suela antideslizante y una entresuela reforzada que amortigua las caídas.
-Calzado de seguridad de protección contra impactos: este calzado protege al trabajador de impactos con objetos puntiagudos o de caídas de materiales. La suela tiene un diseño antideslizante y está reforzada para absorber el impacto.
-Calzado de seguridad de protección contra golpes: este calzado protege al trabajador de golpes con objetos contundentes. La suela tiene un diseño antideslizante y está reforzada para absorber el impacto.
El calzado de seguridad es uno de los elementos clave en la seguridad laboral. Su uso permite reducir el riesgo de lesiones en los pies en el trabajo.
Los calzados de seguridad están diseñados para proteger los pies de las personas de lesiones en caso de caídas, impactos, objetos pesados que caigan sobre ellos o resbalones.
Deben cumplir con las normas UNE-EN ISO 20345:2004 sobre seguridad en el calzado de seguridad. Estas normas establecen las características que debe tener el calzado de seguridad para garantizar su seguridad.
Entre las características que debe cumplir están:
– La resistencia a la abrasión, que permite reducir el riesgo de que se desgaste el calzado y se produzcan lesiones.
– La resistencia a la penetración de objetos punzantes, que impide que se introduzcan objetos en el calzado que puedan producir lesiones.
– La resistencia al agua, que impide que el calzado se moje y se produzcan lesiones por resbalones.
– La resistencia al fuego, que permite que el calzado no se queme en caso de incendio.
El calzado de seguridad debe estar adaptado al tipo de trabajo que vaya a realizar. Hay diferentes tipos de calzado de seguridad según el riesgo al que estén expuestos los pies:
– Botas de seguridad: se utilizan en trabajos en que hay riesgo de caídas de objetos pesados.
– Zapatos de seguridad: se utilizan en trabajos en que hay riesgo de resbalones.
– Sandalias de seguridad: se utilizan en trabajos en que hay riesgo de contacto con sustancias químicas.
– Zuecos de seguridad: se utilizan en trabajos en que hay riesgo de contacto con sustancias tóxicas.
El calzado de seguridad debe estar en buenas condiciones, limpio y seco. Si está deteriorado debe ser sustituido.
El uso del calzado de seguridad es una medida de seguridad fundamental para proteger los pies en el trabajo.
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